México basa su política exterior en la observancia de ocho principios:
- La autodeterminación de los pueblos
- La no intervención
- La solución pacífica de las controversias
- La proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales
- La igualdad jurídica de los Estados
- La cooperación internacional para el desarrollo
- El respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos
- La lucha por la paz y la seguridad internacionales
Con base a estos Principios se crea la Secretaría de Asuntos Internacionales, a
fin de alinear los intereses partidistas con los objetivos de la Nación.