Muy buenos días a todos. Gracias a los funcionarios del Partido Comunista de China por la invitación que nos han hecho, es un privilegio para mí venir a tan increíble país y representar a mi Partido, y a México en este Primer Foro de Partidos Políticos China – CELAC. Saludos también a todos mis colegas Latinoamericanos y del Caribe que están aquí presentes, sin duda la asistencia de todos ustedes muestra el gran interés de nuestra región para estrechar los lazos que históricamente nos han vinculado, y ver hacia el futuro de nuestra región hermana.
El día de hoy estamos aquí presentes para compartir nuestras experiencias y visión sobre un tema que nos atañe a todos nosotros, el futuro de los partidos políticos.
Como todos los aquí presentes, creo que como países latinoamericanos y caribeños, hemos luchado por años para mantener un sistema democrático en nuestros países. Algunos han tenido más obstáculos que otros, pero sin duda, esta lucha ha sido una constante y que ha costado muchos sacrificios. Sin embargo, estos esfuerzos y sacrificios deben ser constantes.
La construcción de un sistema democrático de partidos no se da en un solo momento, o bajo condiciones específicas, esta construcción se hace día con día, y es un esfuerzo constante para consolidarla y sostenerla.
Los partidos políticos nacen como el pilar fundamental para establecer democracias robustas y duraderas. La razón de ser de los partidos es para transformar las preferencias individuales a las colectivas. Los partidos democratizan los intereses personales de un político, a los intereses agregados de los sectores de la población.
Es importante recalcar también, que en sus orígenes, los partidos pudieron haber nacido de los intereses de un sólo individuo para buscar el poder. Sin un sistema de partidos, un individuo buscaría obtener cierta posición para buscar sus fines personales e imponerlos sobre la colectividad. Es por ello, que la creación del sistema de partidos, también funciona como un filtro y límite a estas ambiciones personales, y sobre todo, para crear una alternancia de intereses que a su vez, en el agregado, beneficien a la colectividad. El partido político es jugador y a la vez pone límites a sus miembros.
Ellos abren el camino para la sana competencia entre diferentes intereses agregados que existen, y que a veces pueden ser intereses encontrados. Sin embargo, la competencia es con el fin de producir un gobierno consolidado, es decir, darle una gobernabilidad al sistema.
Sin ellos la calidad de la democracia disminuye sustancialmente, y a su vez esa calidad depende de la representación real que den a los intereses ciudadanos.
Ahora bien, sin partidos, un individuo llegaría al poder para imponer su voluntad, y a su vez, otro individuo con las mismas o mayores ambiciones, trataría de remplazarlo. Caeríamos en un círculo vicioso de lucha por el poder, sin control. Es por ello, que hoy más que nunca las palabras de Alexis de Tocqueville, son más ciertas que nunca: “...los ambiciosos están predispuestos a crear partidos políticos, porque sería muy difícil sacar a un individuo de su posición de poder, por el simple hecho de que otro querrá tomar su lugar.”
Entonces, si los partidos políticos funcionan en su naturaleza como entes democráticos para precisamente alternar esta serie de ambiciones personales en un sistema organizado de representación, ¿por qué en la actualidad nos encontramos ante un escenario tanto regional en América Latina y el Caribe, como en el mundo, de crisis de representación y legitimidad? Actualmente existe una realidad encontrada en muchos sistemas políticos. Los intereses ciudadanos no son representados, sino que los intereses de las élites en el poder son los que se transmiten como intereses de la ciudadanía. Se da una inevitable contradicción de ideas.
La crisis, es evidente: según los datos más recientes de Latinobarómetro, esta crisis está expresada en que la gente de nuestra región se siente satisfecha únicamente en un 37% en promedio con la democracia. De igual forma, sólo un 40% en promedio, se siente cercano a un partido político. La correlación entre ambas cifras, es natural. No se sienten satisfechos con la democracia, porque no se sienten cercanos a los partidos.
Para mí, como una mujer, joven, representando a un partido mexicano, es aún más preocupante estas cifras ya que en mi país, sólo el 19% de la gente se siente satisfecha con la democracia, siendo el más bajo de toda la región.
Estos datos, señoras y señores, solo reflejan una realidad. Los partidos políticos han olvidado los intereses que representan. Se nos ha olvidado que los intereses a los que representamos son los de colectividades y no los intereses de élite o de cúpula. La única solución es regresar a lo básico, al principio fundamental del surgimiento de los partidos, escuchar a la gente, porque solo así podremos representar verdaderamente estos intereses colectivos.
En México, como en otras partes de nuestra región y del mundo, la sociedad civil exige de manera primordial la disminución de la desigualdad, la eliminación de la pobreza, el establecimiento de una meritocracia, mayor transparencia, abatir la corrupción, disminuir la impunidad, y un estado de derecho sólido, entre otros.
Todos los aquí presentes, en este Primer Foro de Partidos Políticos China-CELAC, representando a nuestros partidos, debemos poner más énfasis en esta problemática regional de representación que merece atención urgente. Debemos compartir nuestras experiencias, y debemos mirar hacia el futuro a fin de fortalecer tanto las instituciones de nuestros países, como los regímenes internos de nuestros partidos. Sólo instituciones sólidas, pueden regresar la confianza perdida de los ciudadanos.
La solución es sencilla, ciudadanizarnos para representar ciudadanos. La gente hoy en día, al no sentirse representados, empiezan a buscar alternativas a sus necesidades. La ciudadanía es más organizada. Esta sociedad civil organizada es la que nos presiona día con día para acercarnos más a los intereses que debemos representar. Las palabras de Samuel Huntington son hoy más verdaderas que nunca, la resurrección de la sociedad civil hoy en día funciona para presionar a los partidos políticos a que estén mejorándose constantemente como instituciones para representar los intereses de las colectividades.
Sé que no puedo ofrecer una solución que aplique a todos. No hay fórmula mágica para problemas específicos. A veces la enfermedad se trata con muchas medicinas y no una sola. Sin embargo les comparto que en mi país, lo que ha mantenido al Partido Revolucionario Institucional como primera fuerza, es que ha entendido que debemos estar en un proceso constante de renovación y autocrítica.
Siendo un partido hegemónico que duró en el poder 71 años ininterrumpidos, y después de sufrir en un periodo de menos de 15 años la primera derrota en una elección de gobernador, la pérdida de la mayoría en el Congreso y la primer derrota en una campaña presidencial, para luego ser oposición por 12 años, entendimos que debíamos renovarnos y aprender de nuestros errores para recuperar la confianza de la ciudadanía.
Ante el retorno de mi Partido al poder, supimos que este era el momento de empezar con un gran proceso transformador que los ciudadanos venían exigiendo y que no habían sido escuchados durante los 12 años de gobierno de la hoy oposición. Con esta nueva responsabilidad, nuestro Partido, a través del Presidente Enrique Peña Nieto, impulsó reformas internas y otras externas.
Por un lado, en lo interno, mi Partido supo atender también el llamado de la sociedad civil, y es por ello que desde 2013 hemos venido haciendo una serie de reformas internas que reflejan estas exigencias. Fuimos el primer partido en crear una unidad de transparencia para que cualquier ciudadano pudiera acceder a información interna y conocer en que gastamos el dinero público que nos da la autoridad electoral, este año fuimos calificados como el partido más transparente de México.
De igual forma, fuimos el primer partido en impulsar la paridad de género en nuestras candidaturas federales y también como resultado tenemos el día de hoy a la primer mujer gobernadora del estado de Sonora. Pero no solo eso, además fuimos el único partido que estableció una cuota de 30% de candidaturas para jóvenes. Y por si fuera poco, también desde 2013, tenemos una Secretaría de Vinculación con la Sociedad Civil, que mantiene un contacto constante y permanente con los grupos de la sociedad civil.
Tan reciente como el mes pasado, en nuestro Consejo Político Nacional, decidimos que todas las candidaturas locales para el próximo proceso del 2016 estén abiertas a los ciudadanos, es decir, que no tengan que ser militantes de nuestro Partido, y además, que sean en un 50% para hombres y otro 50% para mujeres, fuimos más allá de lo que nos exigía la ley, fuimos por lo que la gente exigía. Escuchamos lo que la gente quería.
Y en lo externo, desde el gobierno impulsamos 13 reformas profundas que se necesitaban para que los mexicanos vieran los beneficios reflejados, principalmente en sus bolsillos.
Por citar algunas, implementamos la reforma energética. Por primera vez en casi 75 años, nuestro país abrió las puertas del sector energético. Ahora, esto se ve reflejado en una disminución del 30% de los costos de energía eléctrica para los ciudadanos. En materia de telecomunicaciones, ahora los costos de telefonía se han reducido drásticamente y los mexicanos tienen más opciones en el mercado.
La reforma fiscal, aunque criticada en un principio, es la que ha dado una estabilidad macroeconómica a mi país; somos de los pocos países que hemos tenido un crecimiento económico en la región además de mantener un bajo histórico en la inflación.
En materia educativa, ahora los profesores se deben someter a un proceso de evaluación constante que los certifique, dejando atrás la herencia de plazas magisteriales.
En materia político electoral, ahora todas las candidaturas a diputados federales y senadores deben ser conformadas en un 50% por hombres y otro tanto para mujeres. Y no solo eso, sino que los candidatos suplentes deben ser del mismo género, ello para evitar el remplazo de las mujeres por hombres. Esto ahora se manifiesta en una representación de casi el 45% en la Cámara de Diputados por mujeres.
También como parte de esta reforma, por primera vez en la historia de mi país, ahora es posible que existan candidatos independientes. En estas últimas elecciones de junio pasado, contamos con la participación de 125 candidatos independientes, y aunque sólo hubo 3 ganadores, siendo el más importante Jaime Rodríguez “El Bronco”, como Gobernador de Nuevo León. En este punto, es importante tomar en cuenta el fenómeno de los independientes como un ejemplo claro de las vía alternas que buscan los ciudadanos. Como lo dijo el presidente de mi Partido, Manlio Fabio Beltrones, quien por cierto propuso esta figura desde el 2010 y a la cuál la oposición no le dio cabida, los candidatos independientes deben ser vistos por los partidos como una oportunidad para que éstos mejores y perfeccionen. Es decir, sirve para hacer una crítica interna de por qué estamos fallando como partidos. Es por ello que el Presidente Beltrones se ha manifestado y ha iniciado procesos legales en contra de las legislaciones locales en los estados que han tratado de poner más candados a estos candidatos.
En lo que sigue, estamos por implementar la reforma anticorrupción que establecerá un fiscal autónomo para perseguir estos delitos y vigilar por conflictos de intereses de funcionarios públicos. Por otro lado, estamos a la espera de que la Procuraduría General de la República, se transforme a una fiscalía autónoma que no dependa más del Poder Ejecutivo, ya están los cambios constitucionales y solo estamos a la espera de las leyes secundarias.
Aunque todas las reformas son perfectibles y deben de estar en un constante proceso evolutivo, es importante señalar que nuestro país es uno de los pocos en el mundo que está creciendo y que lo seguirá haciendo con vigor en el 2016. Es cierto que el crecimiento de mi país es insuficiente, pero también es cierto que con estas reformas estamos en el camino correcto para desplegar todo nuestro potencial como País.
Mi partido ha sido un partido que ha entendido las necesidades de mi País. Sabemos que aún en un entorno de crisis donde a veces las ideologías se difuminan, en donde a veces partidos de ideologías opuestas buscan hacer alianzas con el único fin de obtener el poder por el poder, donde tenemos un partido a la izquierda de la izquierda, la verticalidad y la modernización con orden y visión, hacen de mi partido la mejor opción para los mexicanos.
Estamos dando los pasos necesarios para continuar con la modernización de mi País, y lo seguiremos haciendo.
Debemos de tener claro que la sociedad civil no se detendrá ante la inmovilidad de los partidos políticos. Si los partidos no se adaptan a las nuevas exigencias y realidades que su sociedad civil ha planteado, esta sociedad seguirá buscando vías alternas para hacer escuchar sus necesidades. Es como un cauce de río que no se detendrá ante los obstáculos; o nos ajustamos nosotros a esta realidad, o la realidad terminará por ajustarnos a los partidos.
No podemos detenernos a contemplar, debemos de responder a las exigencias que día con día cambian.
Eso nos fuerza a estar en un proceso constante de evolución y cambio. La representación es un proceso de cambio constante que no puede ser olvidado ni desatendido. Busquemos ser más cercanos a la gente y pongamos atención a sus necesidades. Volvamos a lo básico, escuchemos a la gente.
¡Muchas gracias!