Corea del Norte y Corea del Sur suscribieron un pacto militar en 2018 para asegurar la tranquilidad en la región de la península, sin embargo, 2023 fue un año complicado para la relación bilateral, afectada principalmente por los lanzamientos de misiles norcoreanos y los ejercicios militares y navales surcoreanos en conjunto con Estados Unidos y Japón. No obstante, fue al término del año cuando se agravó aun más la situación con el lanzamiento de un satélite norcoreano de espionaje, lo que llevó a Corea del Sur a suspender parcialmente el pacto y en respuesta, Corea del Norte desplegó nuevamente su equipo militar en la frontera compartida, además de la modificación a su constitución para auto declararse potencia nuclear, lo que confirmó que la idea de desnuclearizarse o renunciar a sus armas no está en discusión.

Corea del Norte inicio el año con el disparo de más de 200 proyectiles de artillería cerca de la frontera marítima con Corea del Sur. A pesar de que no se reportaron víctimas, el gobierno surcoreano lo consideró como una provocación y amenaza a la paz, responsabilizando en su totalidad a Corea del Norte de la crisis entre los dos países y como consecuencia la marina surcoreana practicó maniobras con fuego real encendiendo las alertas de los países regionales. Asimismo, el gobierno de Corea del Sur ha advertido que el gobierno de Kim Jong Un realizará cualquier tipo de provocación en un intento por cumplir las órdenes de su líder de someter al territorio del sur, ya que su régimen busca dar siempre la imagen de un país fuerte y seguro.

Ante esta situación, Corea del Sur ha buscado reforzar su alianza con Estados Unidos en un intento por construir un sistema de disuasión más fuerte contra posibles provocaciones militares de Corea del Norte lo que convertiría al conflicto en un ciclo, ya que la presencia estadounidense en la región es una de las razones de los lanzamientos de misiles norcoreanos, país al que acusa de planear una invasión a su territorio.

El escenario en la península ha atraído la atención internacional, principalmente por su ubicación, muy cercana a China y Rusia; los intereses de Estados Unidos en la región y; el programa nuclear norcoreano que representa una amenaza mundial. El hermetismo de Corea del Norte no permite contar con datos confiables, sin embargo, de acuerdo con estimaciones, en 2022 era el país más militarizado del mundo, además de que su alianza con China y Rusia le ha permitido su proliferación y alcance financiero.

El conflicto coreano es una pieza importante en la estrategia para liderar la región, por un lado, se encuentra el bloque encabezado por China y Rusia, y por el otro el bloque de Estados Unidos y Europa. Ambas partes buscan reducir la influencia del otro en la zona. A China, principal patrocinador del gobierno de Kim Jong-un, le incomoda la presencia estadounidense en la región ya que afecta a sus intereses políticos y económicos, mientras que, para Estados Unidos este conflicto también le resulta benéfico al justificar su presencia en la región buscando neutralizar la influencia china sobre sus aliados.

Es seguro que la tensión no cesará en un futuro cercano e incluso se intensificará en abril con la celebración de elecciones parlamentarias en Corea del Sur, en las que Corea del Norte podría llevar a cabo ataques cibernéticos o nuevos lanzamientos de misiles para desestabilizar la seguridad del país, sin embargo, una guerra entre ambas o una invasión de una de las dos partes es casi descartable.

Secretaría de Asuntos Internacionales

CEN del PRI