urante 1920, en la que fuera la última etapa de la Revolución Mexicana, poco antes de que iniciara el proceso para las elecciones presidenciales, Venustiano Carranza favoreció abiertamente la candidatura del civil Ignacio Bonillas, con lo que marcó su firme oposición a tener un candidato militar. El hecho provocó un movimiento armado contra su gobierno: la revuelta de Agua Prieta.
Adolfo de la Huerta, entonces Gobernador de Sonora, y sus allegados, redactaron y proclamaron el Plan de Agua Prieta, firmado el 23 de abril de 1920, en la ciudad del mismo nombre, para iniciar una rebelión contra el gobierno de Carranza y así ofrecer su apoyo a las aspiraciones políticas de Álvaro Obregón.
El plan desconoció a Venustiano Carranza como Presidente de la República y a los gobernadores de varios estados; convocó a los gobiernos locales a que se adhirieran al movimiento; designó a Adolfo de la Huerta como Jefe Supremo del Ejército Liberal Constitucionalista y, sólo unos días después, lo nombró Presidente provisional, con el compromiso de que éste convocaría a elecciones.
Ante la revuelta, Carranza se vio obligado a trasladar su gobierno a Veracruz, pero en su trayecto fue asesinado.
Las elecciones, celebradas el 5 de septiembre de 1920, dieron el triunfo a Obregón, quien por sus hazañas militares, gozaba de importante fuerza y prestigio.
Referencia:
Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México. Sitio oficial.
El movimiento de Agua Prieta: Las presencias sin olvido. Pedro Castro.
Referencia de imagen:
Adolfo de la Huerta al triunfar el Plan de Agua Prieta, 1920. Clodoveo Valenzuela y Amado Chaverri.